31.1.08

Un cadáver

A mi vista desde el puente.
Regreso a casa de noche en colectivo.
Y sudo esta agria melancolía.

Reclamo un cadáver para este cementerio.
No quisiera estar solo con estos huesitos.
Una carnicería en la esquina.
Ruido de vacas muertas, congeladas.
Un cuchillo con sangre.
Y yo solo, por el medio de la calle.

¡Cuántos veranos de hojas y polvo!
¡Qué juntos y solitarios crecimos!
Llevo conmigo todavía la medalla de ese día.

Son veintemil (o un número).
   Amistad, anuncios de cosas raras.
Hay gente que extraña, mucha.
Pero nadie que cante un diferente pensar.

Corralito y máquinas.
Realidad de títulos.
Perfectitud del asesino.
Fluidez del mono.
¡Árboles!