20.3.07

Apuntes nocturnos


Traka traka.
Al fin solos, mi amor.
Este mundo siempre fue así, frágil.
Pero aquí estamos los dos, entre palabras.
Entre copas, sollosos y suspiros.
Un silencio de mundo, al fin, mi amor.
Ya no recuerdo la última vez que vi, con mis ojos frágiles, al frágil mundo.
De personas, de palabras. De nada eterno. Todo frágil.
Tal vez fue con la bicicletita de niño que lo vi. No creo.
Tal vez fue más tarde, con la carpeta del colegio.
Yo estaba solo y creía ver. Ya no buscaba reflejos en vidrios. Porque sabía que mi aliento los empañaría, mis manos los romperían.
Sólo busco, con permiso, no estallar en mil pedazos.

1 comentario:

R dijo...

Por eso, de nino me gustaban las munecas