Un mundo todo entero y roto por los boludos de la tele.
Cuidado con el trago margarita: tomate un margarita sólo si podés ver la puerta del bar.
Este mundo tele me baila por un sueño. Y yo acumulo ese colesterol que mata. Pero antes ato el cuore a un piolín y lo hago volar.
Tengo dos piernas y un pene para volar. Hoy pienso.
Y nadie ha aprendido a decir que no.
Está claro: nunca llegaré a no ser yo.
Sólo frente a mi heladera siento el frío en mi piel. Frío solo.
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